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En la era de las comunicaciones acontece una modalidad sumamente compulsiva de buscar amor, o sexo, o sexting.... o likes (ya no me queda claro que es lo que se busca). Una especie de enlazado multirelacional barroco con caóticos entrecruzamientos de corazoncitos, nuevos perfiles seguidos, conversaciones escuetas con varias personas en simultáneo, etc. Hablar con todxs a la vez es no hablar con nadie (porque no se puede negar que el TODO no es más que la NADA misma. El TODO en un mismo acto niega y afirma a la mismísima NADA). A esto le sumamos el componente de indiscreción del uso de las nuevas tecnologías, donde quedan expuestos los múltiples juegos de seducción (el bombardeo de likes) ante el resto de los usuarios de la red . Si había alguna cuota de elegancia en este jueguito, la perdimos!.


A veces, indolentes y sin oponer resistencia unx se deja arrastrar por la ciber-corriente-amorhistérica, no obstante, no todxs nos sentimos cómodos con ésta peculiaridad. Nos retorna muchas veces una sensación de vacuidad y ajenidad.


El IG adquiere muchas veces la utilidad de un Tinder velado (y “un poco” más refinado).

Que es el amor en tiempos de IG? Es anular la diferencia. Todxs somos iguales ante la pregnancia de la imagen (o a lo sumo la diferencia reside en algún rasgo físico que se pueda percibir en las fotos publicadas). La imagen se impone y adquiere una consistencia estragante que obstaculiza la posibilidad de reparar más allá de ella. “Todxs somos followers”, nos gustan todxs, somos absolutamente reemplazables, un subrogado “de la otra”, da igual acostarse con unx que con otrx, una serie metonímica de objetos a utilizar, melopeas monótonas.

Enamorarse implica la elección de un otro por un rasgo único e irrepetible que lo diferencia del resto. El amor implica la posibilidad de una elección y, por ende, la perdida de otras opciones. El amor es una apuesta sin certezas. La exposición consciente a la falta de certezas y a la posibilidad perdida es la célula elemental del acto heroico. Qué tipo de encuentros sexuales buscamos con ésta circunstancia? . Bueno si anulamos la diferencia y cada unx es idénticx al otrx, si nos da igual ésta o aquella, estamos cogiendo con un objeto. Solo un objeto puede ser idéntico a otro. En esta idea de "lo idéntico", de estar con todxs pero paradójicamente con nadie se enraíza el imperativo de "desmitificar la sexualidad”.


Que es un mito?: M1. Narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes de carácter divino o heroico. M2. Persona o cosa a la que se atribuyen cualidades o excelencias que no tiene. M3. Historia ficticia o personaje literario o artístico que encarna algún aspecto universal de la condición humana (RAE, 2017).


Entonces, el mito no es el carácter humano por excelencia ?. En un encuentro sexual no existen las fantasías previas, las ficciones, las huellas mnémicas de encuentros sexuales anteriores con otras personas , expectativas, intuiciones o atribución de características imaginadas al partenaire ?. Un encuentro sexual es una "orgía simbólica" en dónde siempre somos más que dos. Confluyen varios personajes : el/la que conociste antes de acostarte , ese que venías seduciendo y te despertaba cierta curiosidad y enigma, también está el que ocupa el Ideal, al que le atribuiste ciertas características imaginadas y expectativas , tus ex que se re actualizan en el momento de reiterar alguna conducta erótica que nunca es idéntica a aquella histórica , tus complejos, tus ilusiones , especulaciones de cómo y donde será el encuentro, los protagonistas de alguna escena erótica que viste en películas o en los libros que leíste y te quemaron el bocho, etc. . No obstante, en el mito hay personajes bien definidos no nos da igual que sea el rey Creonte o Antígona.

La naturaleza está perdida en cuanto somos seres del lenguaje. Por qué nos empeñamos en sostener concepciones biologicistas ? Vejamos la sexualidad a dos masas de átomos que se encuentran en el afán de descargar cierta tensión fisiológica. Una cosa es separar el sexo de la reproducción y otra es pretender desasir al sexo de su carácter mítico. Nada más bello, nada más enigmático, nada más heroico, nada más humano, nada más creativo que aquello que esta mediatizado por la fantasía: el mito. Con Freud aprendimos que tanto sexualidad como la muerte son inasequibles a la palabra. El mito como respuesta a lo inefable .Creo que la consigna de "desmitificar el sexo" que aparenta ser muy cool y open mind no es ingenua y que la intención implícita es transformar al sexo (y por ende al otro )en un objeto de consumo.


Si bien no siempre el sexo es amor, creo que ambos tienen un denominador común que se pierde en estas nuevas formas de vincularnos: por un lado, el carácter electivo del compañero en torno a un talante singular que no anule y enaltezca la diferencia y , por otro, el romper con sexualidades estereotipadas para dar rienda suelta a la potencia creativa que se da en el “entre”, en el verdadero encuentro con el otro.

 
 
 

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Cuando tenías 20 te enamorabas del chico lindo pero sobre todas las cosas "malo". Ese retobado que cuestionaba los valores establecidos no era otra cosa que una forma de oponerte a tus padres. Oponerse es tomar distancia, es singularizarse, es diferenciarse de esas figuras ideales que guiaron tu infancia. Esa que dejaste atrás como una estación de tren que comienza a perderse en el campo visual al aumentar la velocidad . Te enamorabas de cada uno de ellos, te sentías morir cuando se apartaban, hacías un acto heroico de cada sufrimiento y de cada decepción sacabas la fuerza para volver a enamorarte con la misma intensidad. El "amor adolescente" también quedó atrás como el andén de tu niñez en los primeros retoños de pubertad. Pasando la tercera década, ultrajada y plagada de cicatrices yuxtapuestas que diseñan un collage de distintos tipos de escoriaciones en tu corazón, malherida, te seguís preguntando en torno al amor. Te mostrás incrédula, nihilista y hasta desesperanzada ante la posibilidad de volver a amar. Desplegás diatribas refiriendo que el amor es una entelequia , es una posibilidad remota anclada en tiempos arcaicos, postulás taxativamente que es algo que se puede superar de una vez y para siempre , que estas inmunizada por la inoculación del virus de la decepción, que es un sofisma . No obstante como psicoanalistas no podemos evitar hacer una lectura de lo implícito, de aquello que insiste en forma velada, como un río subterráneo que no deja de fluir y que tiene sus efectos en la tierra firme expresados como tenues marcas de humedad. Quien se nómina a sí mismo como desesperanzado es porque en algún momento rebozo de esperanza, quien tiene necesidad de negar cierta aptitud con fervor es porque la misma aún está vigente. Improbable pero no imposible. El amor pasó de ser la reiteración de una situación cuasi cotidiana a un momento mágico y remoto . Ya no es con cualquiera, ya no es la cara bonita vacía de contenido, tampoco el chico rebelde que ahora te parece un payaso. Esas características son anecdóticas e insustanciales. Ahora es con quien conectas, con quien curioseas, quien despliega pocas palabras pero legítimas , quien es ocurrente y portador de señalamientos sagaces , quien te apuntala, quien tiene coraje, quien se la banca, quien la pelea, quien te enmarca ... Denuedo y sensibilidad como valores ineludibles y enaltecedores.

El amor a los 30 y pico es como el Big Bang, su infrecuencia lo vuelve especial y genuino.

 
 
 

Actualizado: 10 ene 2021


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Una vez (en la vida) intente ir a comer a Kansas en el contexto de una cita. Los encuentros anteriores fui yo quien eligió el escenario de encuentro : birrería , papás con cheddar y panceta porno, porno, porno. Makena y wishky honey, Sala de Escape.... sí, soy una fundamentalista del entusiasmo.


Ahora le tocaba a él lucir su originalidad ante una chica de mente inquieta y desapegada de cuestiones materiales: Kansas (?).

Me sentí de la high society , la primera vez que no me ponía zapas para salir con un flaco.

Llegamos al Edén. Estuvimos esperando como media hora para que nos den un aparato con lucecitas que iba a sonar en 120 minutos para anunciarnos que podíamos entrar a un box a tomar algo y en otros 120 minutos nos podíamos sentar y pedir el mejor plato de tu vida tazado en libras esterlinas de exquisitez superlativa . Comer una papa frita en ese lugar es más difícil que ganar un triatlón . Mil obstáculos, como una Sala de Escape de nivel 9 de dificultad (soy fan- S).

Esperamos como cuarenta minutos sintiéndonos las personas más imbéciles del planeta. Estábamos rodeados de gente que se había bañado en perfume importando en cantidades industriales, se sacaba selfies con unas " ribs " y se desesperaba por adquirir el aparato de la redención que te daba acceso al cielo, perdón ,al box.

Obviamente terminamos donde tendríamos que haber ido desde un comienzo bajoneando una hamburguesa y jugando video juegos en Estación Premier, yo con mis zapatos de taco rojos, fina como ceja de turra , balanceando mis piecitos en la barra, comiendo grasas trans y tomando birra hasta coquetear con la muerte. La pasamos bomba !


De bonus track dejo una cosilla que escribí , asociación libre mediante ( le llamaría asociación determinada) . En fin, soy una romántica.

Defensora acérrima del dramatismo, devota de la melancolía y refugiada del pasado : Los recuerdos en invierno me encarnizan. Éste duelo cristalizado es al fin de cuentas la Posibilidad de Amar puesta en el museo. Asintomática y asintótica más muertaviva que vivamuerta. 💔



 
 
 
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FUNDAMENTALISTA DE LA MELANCOLIA Y FUNAMBULISTA EN MI COPIOSO MUNDO EMOCIONAL -ENTUSIASTA Y  CURIOSA ,  DESPISTADA Y VULNERABLE-  ME RIO DE MI MISMA  Y ME DUELO MENOS.

MIS AMIGXS ME IMPULSARON (Y AYUDARON) A CREAR ESTE SITIO ALGO AMORFO, UN POCO ECLECTICO DONDE COMPARTIRÉ  UNA YUXTAPOSICION DE IDEAS, PRODUCCIONES , "COSAS Y COSITAS" .  PORQUE SER IGNORANTE NO ES NO TENER CULTURA SINO CARECER DE SENSIBILIDAD.

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